Me imagino que todos últimamente hemos estado full… a estas alturas del año han tenido bastantes cosas y ya se nota el cansancio de lo que hemos desarrollado durante el año, más toda la tensión, estrés que hemos vivido y seguimos viviendo con respecto al Coronavirus, que es una constante preocupación. Pero con respecto a todas estas cosas, durante estos últimos días he recordado un versículo que Dios nos ha entregado, que es muy popular entre nosotros y se ha escuchado muchas veces, pero también es muy especial e importante.
Filipenses 4:13
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Dios tiene el control absoluto de nuestras vidas… El mismo Dios que sostuvo la vida de Pablo, que le acompañó y fortaleció en todos sus viajes, que le reveló su palabra y dirigió sus pasos, es el mismo Dios que tienes la oportunidad de experimentar en su fidelidad y amor hoy con nosotros ¿Cierto?
Cada desafío, adversidad, problema que vivimos, que enfrentamos, es una gran oportunidad de crecer y de aprender.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece
¿Qué más puedo agregar…? Nada puedo y podría hacer sin Cristo, que está presente día a día, en cada momento en nuestras vidas, en todo lo que hacemos (además de ser la razón para quién lo hacemos), Él es quien llena nuestros corazones, está presente y avanza junto a nosotros, nuestro compañero fiel y verdadero.
Es tan grande su amor, su compañía que no nos queda más que agradecer en cada momento de la vida y rendirnos ante su presencia… y el nos levanta, nos motiva, nos llena, nos tira pa’ arriba y llena de fuerzas.
¡Gracias Señor por amarnos!
Samuel Ríos