Caminar con Dios es uno de los mayores deleites que el ser humano puede tener. En las sagradas escrituras hacen referencia como algunos hombres, seguidores de nuestro SEÑOR caminaban con ÉL, tenemos como ejemplo a Enoc, Noé, entre otros.
“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.”
Génesis 5:24
“Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.”
Génesis 6:9
Pero en sí ¿Qué significaría caminar con alguien? Nosotros idealizaríamos que caminar con una persona es fijar la atención solo en ella, excluyendo a las demás, a tal manera que, hiciéramos lo necesario para que esa persona se sienta bien con nosotros y nosotros con esa persona. Si esta fuera nuestra ideología con un terrenal ¿Se imaginarían como fuera con Dios?
Tomando referencia a los dos versículos anteriores nos dice que tanto Enoc como Noé, siervos de Dios, caminaron con Él. Entonces ¿qué significaría caminar con Dios? Caminar con Dios es tener un testimonio tal que agrada completamente a Dios, es excluirnos del mundo. Como nacidos de nuevo e hijos de Dios debemos tener un caminar direccionado por su Espíritu Santo, cuya meta principal es la patria celestial, buscando en todo tiempo agradarle y completamente apartados de la inmundicia. Pero también no hay que olvidar que caminar con ÉL es tener un soporte muy fundamental en nuestras vidas, Dios nos dice en Mateo 28:20 que Él estará con nosotros hasta el fin del mundo, pero para eso tenemos que enfocarnos en su palabra, tenemos que colocarlo a Él como centro de nuestro universo.
Al caminar con Él ¿va a causar que tengamos ausencia de problemas? Pues no, al contrario, en Juan 14:27 nos dice que al caminar con ÉL va a causar que tengamos tranquilidad, Paz en medio de las luchas o aflicciones, porque vamos a tener toda la convicción que Él va a estar con nosotros y que vamos a salir de esa aflicción, lucha o prueba, más que vencedores.
“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.”
Isaías 43:2
“No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré.”
Isaías 43:5
Michelle Rivera