A minutos de terminar el año 2020 mi familia realizo un breve recuento de lo sucedido en ese año. Una de las cosas que más se habló fue de mostrar el testimonio de cuán grande es Dios, de su amor hacia sus hijos y la gran protección hacia nosotros. Un testimonio que probablemente se repita en cada uno de quien lea este escrito, ya que, todos sabemos lo sucedido producto al contexto pandémico y el estallido social a finales del 2019 vivido en nuestro país. Quisiera entregar una breve reflexión en relación hacia qué nos prepara Dios en un futuro con Él.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
Jeremías 29:11
En este versículo la palabra Dios nos dice y ratifica que, no importan por las circunstancias que hemos de llegar, nos espera una promesa de paz y no de desgracia estando en Él ahora y siempre. Esta palabra, hermanos míos, les invito a tomar y confiar cien por ciento en el futuro que Dios nos guarda, porque el Señor conoce los planes que Él tiene para nosotros. y nos cubrirá dándonos pensamiento de paz y no de mal.
Hermanos y hermanas, el año 2020 fue duro pero, de seguro que coinciden conmigo es que Dios más que nunca resguardó a su pueblo en todo sentido y este año no va hacer distinto estando en su poder y amor.
”Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Romanos 8:28
Óscar Martínez