Devocionales | JcPro

El tiempo de Dios

Todo tiene su momento en los tiempos de Dios, muchas veces me pregunte y me sentí afanosa pensando y esperando que algo ocurriera, que algo pasara, pero ya no más, pues confío en el tiempo de Dios.

El tiempo de Dios es único y no tiene errores, en simples palabras, es perfecto, más aún, muchas veces esperamos ansiosos de que algo ocurra, como casarnos, tener un hijo, tener el trabajo soñado, tener nuestra casa, etc… Y nos olvidamos de que todo esto y más, pasa en los tiempos perfectos de Dios, ¡todo tiene su momento! Y por su gracia todas estas cosas serán añadidas, estos son los deseos de Dios.

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

Mateo 6:33

Así pasa también en las cosechas, pues no puedes esperar a tener la buena frutilla sin regarla y menos cuando es tiempo de manzanas. Las frutillas durante la temporada de verano tienen condiciones ideales para su maduración, pero, no puede estar lista en el periodo de la primavera donde es el turno de la manzana reunir sus condiciones adecuadas para la maduración.

“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado…”

Eclesiastés 3:1,2

Pues esto también ocurre cuando personas lanzan ofensas en contra otras personas, pues Dios es justo y en Eclesiastés esto nos lo deja claro, así como también el no sentirse afanoso sobre lo que uno espera, y nos hace la invitación a disfrutar la vida, alegrarse y hacer el bien mientras la voluntad de nuestro Dios se cumple.

“He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.”

Eclesiastés 3:14,15

Es por esto que debemos reconocer la misericordia de Dios en nuestras vidas y confiar en que Él hará para con nosotros su voluntad y no sentirnos ansiosos en esto, ya que, todo se hará en base a los deseos de Dios.

“Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.”

Eclesiastés 3:17

Bárbara Gálvez